lunes, 15 de noviembre de 2010

El trabajador conflictivo

Por Manuel Gross Osses

En una organización trabaja un grupo diverso de personas que deben complementar sus esfuerzos para la realización de las tareas que conduzcan a lograr los resultados que busca la organización.

Aunque todos deben trabajar juntos, pocas veces tienen la posibilidad de escoger a sus jefes, compañeros de trabajo o subordinados. Así, surgen conflictos entre personas que deben trabajar juntas aunque no les guste. Muchas veces, estos conflictos pueden volverse más importantes que las metas organizacionales.

Mientras que la mayoría de los empleados se llevan bien con los demás y hacen su trabajo sin presentar problemas, los “trabajadores conflictivos” rompen el ritmo de trabajo, hacen difícil la comunicación entre todos, incomodan a otros compañeros, o simplemente resisten de modo pasivo. Tienen el problema crónico de dar quejas, expresar puntos de vista negativos o presentar un comportamiento problemático en sus relaciones con los demás.

Lo característico de estas personas es que su comportamiento problemático aparece frecuentemente y con más de una persona y; lo más grave, su comportamiento tiene un efecto negativo sobre su productividad y la de los demás. No obstante, debemos reconocer que no todas las personas pueden ser como quisiéramos. Por lo tanto, hay que aprender a trabajar y a convivir con ellas usando un método como el siguiente:

1. Identifique el problema. Comience por identificar la situación específica que es conflictiva, determinar cómo y con quién surge y con qué frecuencia ocurre. Si el comportamiento negativo ocurre sólo con una sola persona probablemente sea la evidencia de un conflicto de personalidades.

2. Observe el comportamiento. Examine cómo la “persona difícil” interactúa con los demás para obtener algunas claves acerca de las posibles causas de su comportamiento. Identifique por qué ocurre y por qué es molestoso, para buscar una posible solución.

3. Determine la causa. El comportamiento difícil siempre tiene alguna causa, como pueden ser la baja motivación, problemas de personalidad, o una insatisfacción general. Si no hay una causa identificable con la persona involucrada o con los demás, el problema no es sólo de comportamientos sino que de un negativo clima laboral generalizado.

4. Converse con el trabajador. Busque y logre un acuerdo mutuo, con un compromiso de solucionar el problema.