martes, 28 de febrero de 2012
Las 10 Reglas de la Buena Escucha para Líderes
sábado, 25 de febrero de 2012
miércoles, 13 de julio de 2011
¿Qué es la Empleabilidad?
La empleabilidad es encontrarse en sintonía con las demandas laborales actuales.
Hoy en día la “empleabilidad” está sujeta a una serie factores, manejándolos correctamente es más fácil que el empleado encuentre su destino laboral.
A continuación, se presentan algunos tópicos para un adecuado desarrollo de las aptitudes más solicitadas con respecto a la empleabilidad:
- Aprender a aprender, aprender a ser y aprender a hacer.
- Identificar obstáculos internos y externos, y valorar habilidades, conocimientos y competencias requeridas en el ámbito laboral.
- Fortalecer la capacidad de gestionar el propio itinerario profesional elaborando un proyecto personal viable de empleo y formación.
- Poseer buena expresión oral y escrita, así como tener conocimientos de las matemáticas aplicadas.
- Situar y comprender críticamente, observar detenidamente, crear un criterio propio para tomar decisiones.
- Anticipar amenazas y oportunidades, problemas y alternativas.
- Organizar, planificar y gestionar: desarrollar la iniciativa y la actitud emprendedora, teniendo en cuenta a las nuevas tecnológicas.
- Reforzar la identidad y seguridad personal; la autoestima, la responsabilidad y el protagonismo en el propio proceso o itinerario de empleo.
- Formación permanente.
- Desarrollar competencias no tradicionales, a crear nuevas competencias (nichos de empleo).
- Valorar las experiencias anteriormente desempeñadas.
- Tener en cuenta los obstáculos y límites que, en todas las dimensiones, frenan o imponen sobre-exigencias al desarrollo personal y profesional.
lunes, 18 de abril de 2011
Aprender a decir que NO
Pudiera parecer que decir que sí a todo y a todos es positivo porque estamos contentando a las personas con las que nos relacionamos. Pero igual obtenemos el efecto contrario: frustración por terminar haciendo algo que realmente no queríamos hacer; no llegar a todo lo comprometido, sumando por tanto más frustración y ofreciendo una pésima imagen (y fallando a los que nos importan).
Las razones de esa parálisis a la hora de decir que NO pueden ser varias y las hay de todos los colores:
La culpabilidad, ese sentimiento traicionero que te golpea donde más duele: la conciencia. Simplemente quieres ayudar, pero no consideras que igual te estás haciendo un lindo favor… Y esto se acentúa aún más en las mujeres por esa herencia cultural de debernos a los demás.
La incertidumbre de que si no aceptamos algo, no se nos presentarán futuras opciones (ya no nos volverán a llamar u ofrecer algo).
Querer agradar y el miedo a parecer una “mala onda”. Nadie quiere asumir el rol del “vinagre”. Y necesitamos todo el tiempo reafirmar lo buenos y solidarios que somos aunque ese día no tengamos ganas de nada.
Que todo nos parezca atractivo. Entonces tenemos un grave problema de gestión de prioridades y una limitación inherente al ser humano: nuestros días, como los de los demás, tienen 24 horas (ni un minuto más, ni un minuto menos).
Algunas frases de gran ayuda:
“Me gustaría poder ayudarte, pero me resulta imposible”.
“No soy la persona más apropiada para esto. Si quieres, te puedo dar el nombre de…”.
“Ahora mismo no cuento con el tiempo suficiente para llevar a cabo eso y a mí me gusta comprometerme al 100%”.
lunes, 21 de febrero de 2011
Las Ventajas de la Empresa Familiar
Por Julio Carreto
- Las relaciones de afecto: los miembros de un círculo familiar relativamente sano están unidos por lazos afectivos con la flexibilidad necesaria para adaptarse a los cambios y bases de comunicación sólidas.
- La comprensión: el hecho de convivir con una persona desde que se nace concede la ventaja de conocer y comprender su pensamiento y comportamiento.
- Aceptación de la autoridad: como una extensión de la autoridad familiar, en la empresa la autoridad (que suele ser la misma) se acepta y refuerza la estructura organizacional.
- Conocimiento: dentro del mismo ambiente de trabajo en familia, los hijos se han criado escuchando las estrategias del fundador, llegando a adquirir un conocimiento muy profundo acerca de la empresa.
- Compromiso: por lo general, todos los miembros de la Empresa Familiar manifiestan en la práctica su consagración al trabajo y una gran responsabilidad y solidaridad, dedicando más energía y tiempo.
- Flexibilidad en el trabajo, el tiempo y el dinero: la informalidad de las relaciones familiares que no requieren reglas de comunicación ni trabas burocráticas se traslada a la empresa. Lo mismo aplica para el capital de la empresa.
- El orgullo de la firma: que se relaciona directamente con la confiabilidad de los clientes.
- Inversión en personas: aunque, tanto las grandes como las pequeñas compañías arriesgan capital en formación, sus empleados tienden a generar una lealtad a largo plazo.
- Libertad de decisión y acción gerencial: las empresas familiares, de carácter pequeño y privado, son más libres de seguir sus propias intuiciones.
- Carácter confidencial: las pequeñas empresas familiares mantienen desempeños y detalles relativamente ocultos.
- Compromiso social: íntimamente relacionada con la región y su población, lo que suele revertirse en un impacto de apoyo a la familia empresaria.
jueves, 30 de diciembre de 2010
Algunas cosas que puedes hacer en 2011…
Llega 2011 y con él más de un propósito de año nuevo que intentaremos cumplir
Organízate. No importa el sistema; más complejo o más sencillo, todos deberíamos utilizar algún método para mejorar nuestra organización personal.
Revisa tu trabajo. De vez en cuando, analiza tu trabajo de forma más amplia y global.
Organiza tus lecturas. El número de libros que leemos en nuestra vida es limitado; los que leemos en un año más todavía. Con ellos aprendemos, disfrutamos, nos emocionamos, reflexionamos, … Selecciona bien qué leerás en 2011.
Organiza tus fotos. Con la aparición de cámaras digitales en nuestras vidas, hemos ido acumulando miles de fotografías en formato digital. Es momento de revelar algunas y organizar al resto.
Termina tus tareas. En la medida de lo posible, termina todas tus tareas pendientes e identifica y organiza las siguientes acciones.
Revisa tu correo y deja tu bandeja de entrada a cero. Lee todo tu correo electrónico pendiente. Aprovecha y cierra este año las cuentas de email que no utilices.
Actualiza tu CV. No importa que no estés buscando trabajo. Probablemente habrá algunos cursos que hayas impartido o recibido y que deberías añadir a tu curriculum vitae.
Organiza todos tus “papeles”. Si todavía no te has pasado al “lado digital”, organiza todas esas facturas, cartas, notificaciones, etc.
Delega o aprende a decir que no. Si puedes hacerlo, delega alguna de tus tareas o sencillamente aprende de una vez a decir que no.
No pospongas. Hay muchas formas de evitar posponer continuamente las tareas.
Abre una cuenta en Twitter. El microblogging no es sólo decir que estás haciendo en cada momento. Con él puedes preguntar, aprender, opinar, etc.
Prioriza. Encontrar tiempo para las cosas importantes en ocasiones no es fácil. Prioriza tus prioridades.
Deja de comprar cosas que no usarás. Este año, cada vez que vayas a comprar algo, piensa antes durante un minuto si realmente es imprescindible. Necesitas menos de lo que crees.
Dedícate 15 minutos al día. El estrés diario en el trabajo y en casa, en ocasiones no nos dejan unos pocos minutos a solas para pensar. Encuéntralos cada día. Reserva un tiempo para pensar.
Dona libros que ya has leído. Regala los libros que ya hayas terminado o bien puedes utilizar servicios como Book Buyback de Amazon para conseguir algún dinero por ellos.
Elabora una lista de “Cosas que puede empezar a hacer en 2011”. Elaborar una lista como esta, incluso menos extensa, puede ser una buena forma de pensar en proyectos para este año.
Lee al menos un libro cada mes. No es mucho. Si eres de los que cuenta las páginas, en primer lugar deja de hacerlo ya. Debes saber que para terminar un libro de 300 páginas al mes, sólo debes leer 10 páginas al día; apenas unos minutos. No hay excusas.
Enseña algo a alguien. Seguro que sabes hacer algo que algún amigo puede aprender. Enséñale.
Crea una lista de deseos y publícala. Confecciona una Wish List en Amazon o en tu propio blog y hazla pública. Será de gran ayuda para los que no saben que regalarte. Y quizá te lleves más de una sorpresa.
Prepara algo especial para tu cumpleaños. Organiza este año algo completamente distinto para la celebración de tu cumpleaños; o deja que tus amigos te sorprendan, déjalo en sus manos.
Reencuéntrate con alguien. Seguro que hay algún amigo a quien no ves desde hace años. Seguramente lo encuentres en alguna red social.
Regala algo sin motivo. Sorprende a alguien de vez en cuando regalándole algo sin motivo.
Estimula tu cerebro. Cálculo mental, reflejos, coordinación, memoria, etc. Practica con juegos.
No te quejes tanto. Deja de comportarte como un niño pequeño e intenta no quejarte durante los próximos 30 días.
Haz una lista de las cosas que vas aprendiendo este año. Elaborar una lista con lo que vas aprendiendo te servirá para hacer balance al terminar el año.
En cada momento haz sólo una cosa. La multitarea está sobrevalorada.
Sé puntual. Llegar a los sitios a tiempo o incluso antes marca la diferencia entre que todo vaya bien o empezar con el pie izquierdo. Especialmente al ir al trabajo.
Convierte grandes proyectos en pequeñas acciones. Fragmentar una tarea compleja en varias más pequeñas y manejables facilita enormemente la labor de terminarla. Los proyectos no se hacen.
Escucha más, habla menos. Di más hablando menos.
Evita las distracciones. Existen de todo tipo: sociales, las del trabajo, online, etc. Todas ellas se pueden reducir y/o eliminar.
Pide ayuda. A veces, tú solo no puedes.
Elimina a algunos “amigos” del Facebook. Empieza el año con menos “amistades” virtuales. Puedes empezar eliminando esos contactos a los que no conoces en persona (¿qué hacen ahí?).
No te preocupes tanto. Dejar de preocuparte por lo que pueda ocurrir, porque todavía no ha sucedido, y probablemente no suceda.
Sonríe más. Esta es gratis. Sonríe a alguien que no conoces.
lunes, 15 de noviembre de 2010
El trabajador conflictivo
En una organización trabaja un grupo diverso de personas que deben complementar sus esfuerzos para la realización de las tareas que conduzcan a lograr los resultados que busca la organización.
Aunque todos deben trabajar juntos, pocas veces tienen la posibilidad de escoger a sus jefes, compañeros de trabajo o subordinados. Así, surgen conflictos entre personas que deben trabajar juntas aunque no les guste. Muchas veces, estos conflictos pueden volverse más importantes que las metas organizacionales.
Mientras que la mayoría de los empleados se llevan bien con los demás y hacen su trabajo sin presentar problemas, los “trabajadores conflictivos” rompen el ritmo de trabajo, hacen difícil la comunicación entre todos, incomodan a otros compañeros, o simplemente resisten de modo pasivo. Tienen el problema crónico de dar quejas, expresar puntos de vista negativos o presentar un comportamiento problemático en sus relaciones con los demás.
Lo característico de estas personas es que su comportamiento problemático aparece frecuentemente y con más de una persona y; lo más grave, su comportamiento tiene un efecto negativo sobre su productividad y la de los demás. No obstante, debemos reconocer que no todas las personas pueden ser como quisiéramos. Por lo tanto, hay que aprender a trabajar y a convivir con ellas usando un método como el siguiente:
1. Identifique el problema. Comience por identificar la situación específica que es conflictiva, determinar cómo y con quién surge y con qué frecuencia ocurre. Si el comportamiento negativo ocurre sólo con una sola persona probablemente sea la evidencia de un conflicto de personalidades.
2. Observe el comportamiento. Examine cómo la “persona difícil” interactúa con los demás para obtener algunas claves acerca de las posibles causas de su comportamiento. Identifique por qué ocurre y por qué es molestoso, para buscar una posible solución.
3. Determine la causa. El comportamiento difícil siempre tiene alguna causa, como pueden ser la baja motivación, problemas de personalidad, o una insatisfacción general. Si no hay una causa identificable con la persona involucrada o con los demás, el problema no es sólo de comportamientos sino que de un negativo clima laboral generalizado.
4. Converse con el trabajador. Busque y logre un acuerdo mutuo, con un compromiso de solucionar el problema.